El leonés David Vidales, que vive en Italia, ya se ha subido a un F4 de Ferrari gracias a su talento al volante. Este fin de semana quedó segundo en el mundial de karting ante los ojos de Alonso.
Artículo publicado en El Confidencial (25/09/2017)
“Enhorabuena a los nuevos campeones del mundo de karting. Orgulloso de ver otra vez a un FA Kart en el podio. ¡Y súper podio de David Vidales!”. Fernando Alonso felicitaba así a la joven promesa del automovilismo español, que está llamado a capitanear el cambio generacional en la Fórmula 1. Vidales, con tan sólo 15 años se convirtió el domingo en subcampeón del mundo de kart, en una categoría (OK) en la que diez coches pueden concentrarse en la misma décima. Fue una hazaña complicada, pero el leonés, que vive en Italia para facilitar su entrenamiento con Tony Kart -tiene un acuerdo con Ferrari para supervisar a sus mejores pilotos- lo consiguió.
Vidales, dos veces campeón de España en categoría cadete (2013 y 2014), cruzó la línea de meta a tan sólo seis décimas de segundo del piloto vencedor, Daany Keirle. Justo a la estela del británico entró el alemán Esteban Muth, pero su descalificación hizo que el español se hiciese con la segunda plaza del cajón en el Campeonato del Mundo de Kárting disputado en el Circuito Internacional PF de Reino Unido. Hasta allí se trasladó Alonso, como espectador de lujo del podio de Vidales, que se subió a un kart por primera vez cuando tenía cuatro años. El otro español que disputó la prueba, Pedro Hitbrand, abandonó en los primeros compases por problemas en su vehículo.
Vidales, profesional dentro y fuera de la pista
David Vidales, a pesar de su corta edad, ya está acostumbrado al éxito: en la pasada temporada ya fue subcampeón en la categoría júnior. La de ahora, la absoluta, en la que compiten pilotos desde los 14 años sin límite de edad, no le pesa en su acelerador. La madurez de David es una virtud que se evidenció desde que era un ‘renacuajo’. Años, no hace muchos, en los que ya corría con la concentración necesaria para cometer el menor número de errores sobre la pista. Lo conseguía y lo consigue. Vidales es un piloto con maneras de veterano, un piloto que parece que lleva muchas horas de vuelo. Un chaval que se pasa horas en el gimnasio consciente de que la fortaleza física es fundamental en automovilismo.
Desde sus primeras experiencias manejando el volante ha estado entre los mejores de España y, ahora, entre los mejores del mundo. Sus manos le han catapultado a Italia donde se convirtió en el más joven en pilotar en Fiorano (14 años), el circuito privado de Ferrari. Allí, la escudería de Maranello le dio un F4. Entonces, al igual que siempre, se vio su maña con el volante. Una habilidad que recuerda a la de Pedro Martínez de la Rosa. Un piloto con saber estar sobre la pista, paciencia para adalentar en el mejor momento y sangre fría para aguantar la posición sin alterar las pulsaciones.
Se busca padrino
Y falla, como cualquier humano, pero no pierde la sonrisa. En cada ‘caída’ se muestra optimista y positivo. Todo eso a una edad en la que cualquier error pesa más que una tonelada, pero él tiene confianza plena en sí mismo. No todo queda en su duende innato con los pedales, sino que su perfil de ganador lo completa su personalidad exquisita: en el podio muestra un carácter feliz, pero sin estar fuera de sí. Concentrado en su futuro en el autmovilismo, su pasión, su vida.Misma actitud mostró cuando visitó el paddock de Ferrari y no mostró mucha sorpresa. ‘Dentro de pocos años estaré aquí‘, debió pensar.
Lo estará si consigue un padrino para convertirse en otro referente español, como Carlos Sainz cuando Red Bull confió en él o recientemente Lando Norris con McLaren. En el caso de este leonés, cuyo exquisito pilotaje tampoco conduce a dudas, son las marcas de kart las que hasta ahora les facilitan su aprendizaje, pero son entidades independientes a las escuderías de F1. Aún así, visto lo visto, Ferrari es la que está construyendo la rampa de salida del pilotaje sólido y hambriento de Vidales, que ya tiene dos galones en competiciones mundiales.
